Una característica de una persona sana se relaciona a
la forma en que domina la ira o furia que aparece cuando siente rabia ante una
situación desagradable.
La ira es una emoción corrosiva que puede deteriorar
la salud física y mental por eso, es importante aprender a controlarla.
La ira sin control puede ser un indicador de problemas
profundos, como los conflictos concernientes a un trastorno mental. En este
sentido, profesionales de la psicología recomiendan controlar este mal por
medio de diferentes técnicas como las que presentamos a continuación:
Identifica un
caso de ira:
Cuando nos enfadamos, la amígdala, el centro del
proceso emocional, remite una señal de auxilio al hipotálamo, el cual expide
epinefrina a todo el sistema nervioso autónomo por medio del sistema nervioso
simpático hacia las glándulas adrenales; estas, promueven acciones para
comenzar a bombear epinefrina (adrenalina) en todo el cuerpo. La adrenalina
prepara al cuerpo para resistirse ante una amenaza, ampliando el ritmo cardiaco
y agudizando los sentidos.
Entiende la
irritación:
Comprueba si te admites sentir una extensa gama de
emociones o si logras cohibir aquellas que sabes que “no debes” sentir.
Si regularmente manipulas la ira para suplir otras
emociones que te son más dificultosas de manejar, reflexiona sobre la
posibilidad de consultar con un terapeuta o psicólogo que te oriente a tratarla
y admitirla.
Acepta el enojo:
La ira no siempre es algo malo, inclusive puede ser
hasta normal y saludable. Sí, como lees, esto es motivado a que la ira puede
pretender una intención saludable, por ejemplo, en el caso de un abuso u
ofensa. En este caso la ira te dará valor para enfrentarte a esa persona
maltratadora. Pero recuerda, cero agresiones físicas.
Observa las
señales que indican que tu ira está fuera de control:
Esto sucede cuando al enfadarnos nos mostramos muy
agresivos al dar gritos o propinar golpes. Cuando te molestas seguido y a
cada momento o ante cosas insignificantes. Al estar bajo el efecto de las
drogas, alcohol, pues al ingerir en exceso alguno de estos elementos, el
comportamiento puede volverse más violento.
Controla la ira
crónica :
Una o varias actividades físicas ayudan muchísimo a
personas que se enfadan o sienten ira con facilidad. Esto se debe a que la
actividad física permite liberar endorfinas que ayudan a movilizar al cuerpo y
libera al cuerpo de las sensaciones de ira. Algunos ejercicios pueden ser el
correr, caminar o trotar. Ejercicios cardiovasculares, danza, natación, entre
otros.
Otras
recomendaciones que sugerimos son las siguientes:
-Dormir lo suficiente en la noche.
-Mantener un diario para registrar episodios de ira.
-Elaborar un plan para el control de la ira.
-Intentar expresar la ira de una manera asertiva.
-Buscar un programa social en la localidad para el
control de la ira.
-Visitar a un profesional de la salud mental. En Mi
Psicólogo Getxo encontrarás psicólogos especializados en el control de la
agresividad.