Comenzaremos aclarando que el conformismo suele estar
catalogada como una de las características menos llamativas y positivas que
poseemos los seres humanos, ya que esta suele estar asociada a aspectos o situaciones
negativas que podemos estar viviendo en un entorno social. Particularmente el
conformismo en las relaciones de pareja es un claro ejemplo de una situación
negativa. Este puede originarse principalmente por las siguientes razones:
-Cuando permitimos que nos invada el sentimiento de
miedo a quedarnos solos.
-Cuando creemos que ya no lograremos conseguir de
nuevo a “esa persona especial” que nos llene, ilumine y alegre todos los días.
-Cuando pensamos en tener que comenzar nuevamente desde cero, ese
esfuerzo nos desmotiva y hace que nos mantengamos tal cual estamos, (estancados
en una relación vacía).
Destacaremos
tres de los tipos de conformismos más relevantes:
Conformismo ante
la infidelidad: Es el caso cuando descubrimos que nuestra pareja
nos está engañando con otra persona. A pesar de tener conocimiento de esta
desagradable situación, se pueden dar el escenario de la “no confrontación” en
el cual se decide hacer caso omiso ante lo ocurrido y continuar la relación de
ese modo, -esta situación es muy común en personas pasivas-. El otro escenario
por supuesto es el de la confrontación, aquí se decide enfrentar a la pareja y
entrar en una etapa de conflicto y discusión en la que lamentablemente se continúa
conviviendo sin ninguna solución.
Conformismo ante
el maltrato: El maltrato en una relación puede darse tanto de
manera psicológica como física. En la psicológica es cuando de manera constante
recibimos insultos, desprecios e indiferencia por parte de nuestra pareja. En
la física no hay mucho que decir, ya que se resume en la manifestación física
del maltrato (golpes). Ante cualquiera de estos casos, la persona decide
mantenerse en la relación.
Conformismo ante
la costumbre: Esta clase de conformismo se da cuando poco a poco
como pareja se va dejando perder la llamada “chispa de la relación”, en la
convivencia diaria vamos descuidando las atenciones, detalles, mimos y gestos
de cariño que se solían tener de manera mutua. Todo esto motivado a que al
final, como pareja no se es el uno para el otro, sin embargo, al no estar
completamente mal ni bien, la pareja continúa manteniendo la relación.
Indiferentemente del caso todo esto nos impacta
fuertemente a nivel personal, ya que sentirnos desvalorados, no amados y
traicionados hace que tengamos una baja fuerte en nuestra autoestima, además de
generarnos episodios en los que experimentaremos estrés, frustración, depresión
y tristeza. Todo esto resumido en un desequilibrio emocional totalmente insano
para nuestra salud.
Es por ello que debemos estar muy pendientes ante la
primera señal de alerta para poder abordar la situación de la mejor manera
posible y de ser necesario, tener el valor y mucho amor propio para que sin
miedo podamos dar ese paso hacia adelante y no conformarnos en una relación
gris, sin futuro.