El aspecto físico influye en la personalidad. Cuando
se trata de obesidad y de las dietas, se debe analizar la influencia
psicológica que estas tienen, y su repercusión cuando no cumplen con la misión
para la que fueron diseñadas, bien sea por abandono de las mismas o por rebotes
del organismo.
La emocionalidad perjudica a quienes de manera
desesperada anhelan bajar de peso (también a quienes tienen problemas para
ganarlo).
Iniciar una dieta de la noche a la mañana, cuando no
se tiene buenos hábitos alimenticios, fuerza de voluntad suficiente, o
enfermedades tiroideas, es seguro que después de unos días el organismo se
sienta debilitado y con más ansiedad por la comida que antes. La persona
abandona la dieta, y el cuerpo asimila su anterior comida con tanta velocidad
que aumenta el peso corporal.
El autoengaño es otra característica que se aplica a
muchas personas que hacen dieta, por ejemplo: Se esfuerzan de lunes a viernes
por comer de manera saludable, pero el fin de semana se “premian” comiendo todo
de lo que se eximieron durante la semana, y en proporciones
exageradas. Otra forma de autoengaño, es creerse que de verdad están
cumpliendo con la dieta, y decirlo a los conocidos, indicando que en efecto sí
han visto mejorías, y se están ejercitando; pero la verdad es que no la están
llevando a cabo o no de forma correcta. En este caso los efectos
emocionales pueden llegar a ser muy negativos, se puede sufrir ansiedad y
depresión al comprender que no se están obteniendo los resultados esperados.
Antes de someterse a dietas,
es necesario que la persona acepte que la obesidad tarde o temprano acarrea
serias consecuencias para la salud. Las rodillas, el corazón, los músculos, las
funciones hormonales se ven afectadas.
La apariencia física se convierte en un problema sobre
todo para mujeres, la ropa se elige no de acuerdo al gusto sino a la talla,
esto influye en la autoconfianza a la hora de conseguir pareja, y afecta a la
autoestima al no lograr verse en el espejo como lo anhelan.
Una vez reconocido que la obesidad es un problema de
salud, hay que aceptar ayuda profesional. Acudir a control con un
nutricionista y con cardiólogos antes de someterse a ejercicios desmedidos o
comidas que pueden resultar inadecuadas. Así como también buscar un grupo
de apoyo, bien sea la familia, amigos o un psicólogo si así lo amerita, quien
lo motivará a tener fuerza de voluntad hasta alcanzar el peso ideal para usted.
Otro caso que debe ser tratado en consulta psicológica
es el del caso de las personas que se obsesionan en hacer dietas aun cuando su
peso es el adecuado o peor todavía cuando no las ameritan por ser muy delgados,
pero existe en ellos una necesidad emocional que los lleva a continuar con
dietas que les son contraproducentes.
Si deseas tener un peso ideal, debes cambiar ciertos
hábitos poco a poco. Aprender a comer saludablemente cuando por años se ha
ingerido carbohidratos y comida basura, y dejarlo todo por verduras y
frutas solo te llevará a enfermarte y sentirte culpable al no poder soportar
los nuevos hábitos de comida.
También es importante
ejercitarse ya que esto promueve la secreción de endorfinas que te mantendrán
feliz y más concentrado en el logro de cualquier objetivo.