Las amistades tóxicas pueden tener
consecuencias serias en nuestra vida. Por mucho que nos cueste aceptarlo,
algunos “amigos” nos han hecho sentir mal o se han aprovechado de nosotros.
Algunos autores han definido características de los falsos amigos y
hoy queremos compartirlas contigo.
Cabe destacar que de nada te sirve identificar a
las amistades tóxicas si no eres capaz de enfrentarlos para que
cambien su actitud o desprenderte definitivamente de ellos. Puede ser duro,
pero si lo piensas bien, la relación te causa más daños que beneficios.
A continuación, algunos rasgos que te ayudarán a
identificar las amistades tóxicas que tienes en tu vida.
Tú das y ellos
reciben
Una característica evidente de las amistades
tóxicas es que no hay reciprocidad en ellas. Generalmente son egoístas y
no quieren compartir nada contigo. Sin embargo, son capaces de
desprenderse de algo únicamente cuando pueden obtener otra cosa de mayor valor
de tu parte. Esto no solo se expresa en el ámbito material, sino también en el
emocional. Ellos siempre están necesitando de tu atención, pero cuando tú
necesitas la suya, se muestran irreverentes.
Si notas que el equilibrio entre el dar y recibir no
es justo, puedes comenzar a replantear la amistad y en caso de que no cambien
las cosas, no tengas ningún problema en pasar la página.
Magnifica tus
defectos
Si bien las bromas entre colegas son normales, más
cuando son mejores amigos, llega un momento en el que la atmósfera se
convierte en un ataque constante hacia tu personalidad. Cuando la persona deja
de bromear y comienza a tratar de cambiarte o, peor aún, minimizarte, se
convierte en un agresor psicológico que puede ser muy peligroso para ti.
Cuando sientas que se está cruzando la línea,
comunícalo de la mejor manera posible y si el abuso continuo, replantéate la
amistad y abandona el barco. Esto puede traer serias consecuencias negativas en
tu autoestima.
No hay
confidencialidad
Las relaciones amistosas son necesarias para tener una
autoestima sana. Hay un círculo selecto de personas que durante años se han
ganado tu confianza y compartes con ellos aspectos sumamente íntimos de tu
vida. Con ellos consigues desahogarte y exteriorizar todas las cosas que te
perturban.
Las amistades toxicas tienden a hablar de ti
a tus espaldas y, lo que es peor, divulgar las cosas que le cuentas en
secreto. Si bien una persona puede equivocarse una vez, cuando el error es
recurrente debes analizar si continúas confiando en ella. Habla sobre la
situación, muéstrale que estás decepcionado por sus actos y se trata de
engañarte diciendo que no dijo nada cuando tu estas seguro de que, si lo hizo,
rompe los lazos y sigue tu camino.
Te sacan de
quicio
Hay amistades que simplemente logran sacar lo
mejor de ti. Cuando esto pasa en más de una ocasión y regularmente, debes
replantearte la amistad ya que estos continuos conflictos pueden pasar a
mayores y terminar haciéndose mucho daño. Si las cosas pasan a un plano
físico, pide perdón y da por finalizada la amistad.