La alimentación y la actividad física son dos factores
básicos que inciden en la salud, tanto física como psicológica.
Nuestros gustos y costumbres alimentarias se deben a
múltiples razones que tienen mucho que ver con nuestra historia de aprendizaje.
Los hábitos de alimentación forman parte del contexto cultural y social y están
muy relacionados con la cultura de salud. El sexo y la clase social son dos de
los factores que condicionan las pautas de alimentación y en ambos casos parece
existir una influencia cultural. Y es que las necesidades nutricionales de una
persona dependen de diversas variables como la altura y el peso, el sexo, la
edad, las condiciones de vida, etc.
A continuación, se presenta la pirámide de la dieta
mediterránea que resume las recomendaciones básicas para una dieta saludable.
Con respecto a la obesidad comentar que es una
acumulación excesiva de grasa corporal. Existen dos tipos de obesidad:
-Obesidad hiperplásica: Cuando hay obesidad por un
aumento del número de células del tejido adiposo. Este aumento es irreversible
y es más común en sujetos que han padecido obesidad desde edades bien
tempranas.
-Obesidad hipertrófica: Este es el tipo de obesidad de
las personas que desarrollaron su obesidad en la edad adulta. En este caso las
células del tejido adiposo han aumentado de tamaño, pero no tienen un mayor
número de ellas.
La obesidad se ha convertido en un problema de salud
muy extendido en los países desarrollados y es un factor de riesgo para muchas
enfermedades por sí misma, además de afectar a otros factores de riesgo como el
nivel de colesterol. Así, la obesidad se ha relacionado con la
arterioesclerosis, cardiopatía isquémica y artritis, y es un riesgo para la
insuficiencia cardíaca, además de aumentar la tasa de fallecimientos de muchos
tipos de cáncer. Constituye un factor de riesgo para el desarrollo de la
diabetes mellitus, la bronquitis etc.
Además, las personas obesas pueden sufrir malestar
psicológico derivado de una posible insatisfacción corporal y del estigma
social con el que se enfrentan frecuentemente.
La obesidad se suele medir mediante el IMC (Índice de
Masa Corporal), sin embargo, también es importante tener en cuenta otros
factores. Por ejemplo, las investigaciones revelan que los cambios cíclicos de
peso son mucho más perjudiciales que un sobrepeso moderado estable. También es
más peligrosa la acumulación de grasa abdominal que la acumulación de grasa en
caderas o muslos, puesto que conducen a una mayor cantidad de enfermedades.
En Mi Psicólogo Getxo somos especialistas en todo tipo
de trastornos de la conducta alimentaria, entre las que se encuentra la
obesidad. Por ello, si este es tu caso no dudes en contactar con nosotros.