¿MÁS FELIZ SOLO O EN PAREJA?

¿El matrimonio se relaciona en forma positiva con la felicidad? ¿O hay más felicidad en la vida de un soltero?
Una montaña de datos revela que la mayoría de las personas son más felices unidas que separadas. Encuesta tras encuesta de muchas decenas de europeos y estadounidenses ha producido un resultado consistente: en comparación con los solteros o viudos y especialmente comparados con los divorciados o separados, la gente casada reporta ser más feliz y estar más satisfecho con la vida. Es más, la satisfacción con el matrimonio pronostica la felicidad general mucho mejor de lo que lo hace la satisfacción con el empleo, las finanzas o la comunidad. Y entre las personas solteras, las tasas de suicidio y depresión son más elevadas. De hecho, existen pocos predictores más fuertes de la felicidad que un compañerismo cercano, nutritivo, equitativo, íntimo y perdurable por toda la vida con el mejor amigo.



¿Está el matrimonio, como se supone con frecuencia, asociado con más fuerza con la felicidad de los hombres que de las mujeres? Dada la mayor contribución de las mujeres al trabajo del hogar y el apoyo, podríamos esperar eso. La brecha entre los casados y los nunca casados, sin embargo, es sólo ligeramente mayor entre los hombres que entre las mujeres. En encuestas europeas y 93 estudios europeos, la brecha de la felicidad marital es prácticamente idéntica para hombres que para las mujeres. Aunque un mal matrimonio es a menudo más depresivo para una mujer que para un hombre, el mito de que las mujeres solteras son más felices que las mujeres casadas puede dejarse a un lado.  A través del mundo occidental, la gente casada de sexo indistinto informa más felicidad que los que nunca han estado casados, divorciados o separados.
Sin embargo, más importante que estar casado, es la calidad del matrimonio. Las personas que dicen que sus matrimonios son satisfactorios, que se encuentran aún enamorados de sus compañeros, rara vez informan ser infelices, estar descontentos con la vida o estar deprimidos. Afortunadamente, la mayoría de las personas casadas sí declaran que sus matrimonios son felices.
¿Por qué la gente casada es generalmente más feliz? ¿El matrimonio promueve la felicidad? o es, al contrario, ¿la felicidad es la que promueve el matrimonio? ¿La gente feliz es más atractiva como compañeros para un matrimonio? ¿Las personas gruñonas o deprimidas permanecen solteras o sufren un divorcio con más frecuencia? Ciertamente, es mucho más divertido estar con personas felices. También son más extravertidos, confiados, compasivos y enfocados en los demás. Las personas infelices, como lo hemos señalado, son generalmente más rechazadas socialmente. La depresión a menudo dispara el estrés marital, que profundiza la depresión. Así la gente feliz y positiva forma relaciones felices con más facilidad.
Pero, la opinión prevalente según las diferentes investigaciones es que la conexión principal entre matrimonio y felicidad es principalmente debido a los efectos benéficos del matrimonio. Piense: si la gente feliz se casa más pronto y con más frecuencia, entonces conforme la gente envejece, la felicidad promedio de la gente casada y la nunca casada debe declinar. Pero los datos no respaldan este pronóstico. Esto sugiere que la intimidad marital sí, paga dividendos emocionales.



El matrimonio resalta la felicidad por al menos dos razones. Primero, la gente casada tiene más probabilidad de disfrutar una relación duradera, de apoyo e íntima y tiene menor probabilidad de sufrir soledad. Segundo, el matrimonio ofrece los roles de cónyuge y padre, que pueden proporcionar fuentes adicionales de autoestima. Es verdad que los papeles múltiples pueden multiplicar el estrés. Sin embargo, cada rol también proporciona recompensas, posición social, caminos hacia la riqueza y un escape del estrés que se enfrenta en otras partes de la vida de uno. Una persona con muchas identidades es como una mansión con muchas habitaciones. Cuando el fuego golpea en una zona, contamos con otras zonas intactas. Cuando nuestra identidad personal tiene muchas bases, también se sostiene cuando se pierde una de ellas.