Los antidepresivos son un tipo de medicamento indicado
para tratar los problemas de depresión, junto con la terapia psicológica.
No obstante, este tipo de remedios, pueden generar una serie de efectos
adversos en la salud. Este tipo de compuestos están diseñados para
contribuir a calmar los síntomas propios de los estados depresivos. Actúan
cambiando el balance de ciertos químicos presentes en el cerebro.
Al igual que otros medicamentos, hierbas y
suplementos, los antidepresivos pueden ocasionar efectos colaterales no
deseados. Muchos de estos efectos resultan bastante incómodos, aun cuando se
presentan con frecuencia, varían según la persona al igual que su tiempo de
acción.
En ciertas ocasiones los efectos dependen de las dosis
administradas y logran desaparecer en pocos días. Es muy importante reconocer
cada uno de los síntomas y comentarlos con el médico. Él se encargará de
indicar el medicamento más propicio para contrarrestar tales efectos.
De la misma manera es preciso tener en cuenta que cada
cuerpo reacciona de diferente manera ante los componentes de cada medicamento.
Entre los efectos secundarios más recurrentes mostrados por el
consumo de antidepresivos se encuentran la fatiga, problemas para conciliar el
sueño, náuseas, mareos, incremento del apetito y con esto aumento de peso.
Por otra parte, es posible mostrar pérdida del
apetito, perdida del interés sexual, problemas de la vista, tal como una visión
borrosa; resequedad en la boca, sensación de irritación, ansiedad; en casos
extremos, pensamientos suicidas, entre otros.
Es necesario recordar que los síntomas variaran en
función al tipo de medicamento. En este sentido, si el tipo de tratamiento
administrado está orientado a la inhibición selectiva de la receptación de
serotonina, se pueden mostrar problemas sexuales, resequedad en la boca,
insomnio e incluso pensamientos de tipo suicida.
En el caso de que el tratamiento sea heterocíclico, se
incrementa la posibilidad de padecer efectos secundarios, estos coinciden con
los presentados anteriormente, pero se le añaden los problemas de
estreñimiento, la dificultad para orinar y afectar los niveles de presión
arterial, por esto último es que este tipo de tratamiento no se
recomiendan en personas mayores.
Si el antidepresivo es inhibidor selectivo de la
receptación de serotonina y norepinefrina, se pueden presentar nauseas, pérdida
de apetito, ansiedad, cansancio y los mencionados previamente.
En virtud a todos estos efectos es que se vuelve
sumamente importante acudir al médico antes de suministrar por nuestra propia
cuenta cualquier tipo de antidepresivo, de igual forma es vital visitar al
especialista si se presentan algunos de estos síntomas ya descritos.