La mitomanía es un trastorno de tipo psicológico, el
cual se caracteriza por mentir de modo compulsivo y patológico. Una persona
mitómana distorsiona la realidad para hacerla más agradable, incluso puede
presentar un delirio de grandeza de sí mismo.
Entre los diversos síntomas que puede presentar una
persona mitómana destacan los episodios de ansiedad, un descenso de la
autoestima, estrés, creencia ciega de sus mentiras y magnificación de la
realidad.
Ahora bien, cuando se hace referencia a los episodios de ansiedad, se habla de que
estas personas están desconectadas con su propia realidad, por esta razón
sufren diversos episodios de ansiedad que les incita a desarrollar sus
mentiras, distorsionando su entorno y vida hacia el resto de las personas.
En cuanto a la
carencia de autoestima, indica su incapacidad de aceptarse tal como son, les
hace trazarse un perfil de ellos mismos totalmente desviado de la realidad;
suelen exhibir verbalmente unas vivencias y experiencias fantásticas e
interesantes.
Por otra parte, el estrés es considerado un
causal de las mentiras. Las personas que mienten de forma compulsiva tienen un
estrés diario por mantener sus mentiras, para no ser descubiertos.
Estas personas, tienen que crearse situaciones y
contextos de los cuales puedan salirse y continuar con su irrealidad. De igual
manera presentan un miedo constante a ser descubiertos, el trabajo mental para
elaborar mentiras se duplica.
El mitómano cree de forma ciega en sus mentiras.
Además de todo presenta la habilidad de interiorizar tal como si fueran
suyas las experiencias o vivencias imaginadas hacia los demás, por esta razón
conservan una actitud natural ante los hechos que narran, en diversas ocasiones
los trata como viejas vivencias.
Es muy probable que un mentiroso de este nivel
pueda magnificar la realidad, contar una historia totalmente sobredimensionada
e inventada, con la intención principal de refrendarse como persona ante su
público. Otra característica muy común en estas personas es gesticular su
comunicación.
Para tratar este tipo de patologías, es preciso
diferenciar dos tipos de actuaciones a fin de minimizar y corregir las
consecuencias de la mitomanía. En primer lugar, las terapias cognitivas,
basadas en ejercicios o actividades que le permiten al mitómano a localizar el
origen de su poca estima. Por otra parte, la comunicación es el
instrumento vital para solucionar todo trastorno psicológico; brindar las
herramientas sociales y comunicativas para afrontar la vida es necesario.
Para combatir la mitomanía se debe tomar en cuenta su gravedad. “Se trata de un trabajo a medio y largo plazo, es necesario reeducar la percepción de la realidad del afectado”. De igual modo, se necesita paciencia, cariño y por parte de los allegados a las personas mitómanas. Todo ello lo encontrarás en Mi Psicólogo Getxo.