APEGO

Los vínculos afectivos forman parte del proyecto de desarrollo del niño. Los seres humanos al nacer poseemos unas necesidades básicas que deben ser satisfechas para poder sobrevivir y adaptarse, como son las necesidades fisiológicas, la necesidad de sentirse protegido, la necesidad de establecer vínculos afectivos etc.
Desde la Teoría del Apego se sostiene que, de entre todas las necesidades, la de establecer vínculos afectivos prevalece sobre todas las demás, y es que si el niño logra establecer un vínculo afectivo con uno o varios adultos tendrá el resto de necesidades cubiertas.




Desde que nace el niño establece una relación interdependiente con la madre, el padre y el pequeño grupo de personas que conviven con él. A esta relación especial se le denomina Apego.
Hace años se pensaba que los bebés desarrollan estrechos vínculos con sus cuidadores porque estos satisfacen sus necesidades físicas. Sin embargo, las investigaciones con primates han demostrado que existe algo más. 
En los años sesenta el matrimonio Harlow llevó a cabo un experimento que desconcertaría a los Psicólogos de la época. Para el experimento utilizaron crías de chimpancé, y estas eran separadas de sus madres biológicas y crecían en jaulas con dos sucedáneos de madres. Una madre sustituta estaba recubierta con suave ropa de felpa; la otra equipada con un mecanismo para alimentar, estaba hecha de malla metálica dura. Si la alimentación fuera la principal causa del apego, los monos bebé se habrían apegado a la madre de malla metálica, que es la que les alimentaba. Pero éstos se pasaban la mayor parte del tiempo colgados de la madre cubierta de felpa, que no les daba nada.




Los monos parecían estar verdaderamente apegados a la madre de felpa. Cuando se puso a estos monos criados con madres artificiales en lugares extraños o ante objetos que les asustaban, corrieron a protegerse a la madre de felpa. Además, tras un año de separación, el mono corrió a abrazar a la madre de felpa. Pero tras la misma separación con la madre metálica, el mono no mostró ningún efecto cuando volvió a reunirse con ella.
Pero los chimpancés, al igual que los seres humanos, necesitan más que una forma suave para desarrollarse adecuadamente. En las últimas investigaciones se encontró como los monos hembra que habían sido criados por las madres de felpa luego no eran buenas madres con sus propios bebés. No se apareaban y cuando eran inseminadas artificialmente no cuidaban a su cría.
Por último, indicar que para que un niño obtenga un buen desarrollo, entre muchas otras cuestiones, es necesario que existan varias figuras de apego. Tras esta pequeña introducción en breve incluiremos una entrada en el blog con las consecuencias que tiene para el bebé la separación de las figuras de apego, cuestión que se da en adopciones, separaciones etc.
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