¿Es frecuente que la narración de los testigos sea
imprecisa? Abundan las historias de personas inocentes que pasaron años en la
cárcel por declaraciones que estaban francamente equivocadas. Hace 70 años, el
profesor de derecho Edwin Borchard, de Yale, documentó 65 condenas de personas,
cuya inocencia se probó más tarde. Casi todos fueron casos de identificaciones
erróneas y algunos se salvaron de la ejecución por casi nada. Para el fin del milenio,
a través de pruebas de ADN, fueron exonerados más de cien sujetos que habían
sido sentenciados por delitos que no cometieron; más de 75 por ciento fueron
víctimas de señalamientos erróneos de los testigos. En otro análisis, se
calculó que 0.5 por ciento de un millón y medio de fallos penales sobre
estadounidenses están erradas; de éstos 7.500, aproximadamente 4.500 se basan
en identificaciones equivocadas.
Para evaluar la exactitud de los recuerdos de los
testigos, tenemos que conocer las tasas generales de "aciertos" y
"errores". Una manera de reunir esta información consiste en
representar delitos semejantes a los que se cometen en la vida real y recabar
los informes de las narraciones testimoniales.
Lo anterior se ha hecho en muchas ocasiones, a veces
con resultados desconcertantes. Por ejemplo, en la Universidad Estatal de
California, en Hayward, 141 estudiantes atestiguaron un asalto a un profesor.
Siete semanas después, cuando se les pidió que identificaran al ladrón, en un
grupo de seis fotografías, 60 por ciento escogió a una persona inocente. No es
de sorprender que los declarantes de delitos reales no se pongan de acuerdo
sobre lo que vieron. En estudios posteriores se ha confirmado que los testigos
son más seguros que acertados
Claro, algunos testigos son más seguros que otros. En
las condenas revocadas por pruebas de ADN, los declarantes habían logrado
convencer por su gran confianza (aunque equivocada) en la identificación de los
culpables. Así, es desconcertante que si las condiciones no son muy favorables
(como cuando el acusado tiene un aspecto que lo distingue) la certeza de los
testigos guarda una relación vaga con su exactitud. La confianza intuitiva se
correlaciona con la certeza cuando hay una variación considerable durante el
lapso en que los testigos ven al culpable: quienes lo ven durante más tiempo se
sienten más seguros y son más acertados. Algunas personas, atinen o fallen,
siempre se expresan con más asertividad y eso, explica por qué testigos
equivocados son a veces tan persuasivos.
Los errores se cuelan a hurtadillas en nuestras
percepciones y recuerdos porque la mente no es una cámara de video. Los
individuos son muy buenos para reconocer la imagen de un rostro cuando vuelvan
a verlo junto a una cara nueva. Sin embargo, la vista humana tiene dificultades
para manejar sutiles diferencias de posición, expresiones o iluminación.
Elaboramos nuestros recuerdos basándonos, en parte, en lo que percibimos en el
momento y, en parte, en nuestras expectativas, creencias y conocimientos
actuales.
En Mi Psicólogo Getxo hacemos informes periciales, por ello, si éste es tu caso
puedes ponerte en contacto con nosotros en el 675 713 537.