DIVORCIO

Primero comenzaremos con unos datos relevantes. La tasa de divorcio ha variado ampliamente de país en país, y van del 0.01 por ciento de la población anual en Bolivia, Filipinas y España al 4.7 por ciento en el país más propenso al divorcio en el mundo, Estados Unidos. Para pronosticar las tasas de divorcio de una cultura, ayuda conocer sus valores. Las culturas individualistas tienen muchos más divorcios que las culturas comunales. Los individualistas esperan más pasión y satisfacción personal en un matrimonio, lo que pone mayor presión en la relación.




Sin embargo, incluso en la sociedad occidental quienes entran en relaciones con una orientación a largo plazo y una intención de persistir experimentan sociedades más sanas, menos turbulentas y más duraderas. Aquellos cuyo compromiso a una unión dura más que el deseo que la hizo nacer a menudo resistirán tiempos de conflicto e infelicidad. Una encuesta nacional encontró que el 86 por ciento de quienes estaban infelizmente casados, pero que permanecieron en el matrimonio, cuando se les entrevistó cinco años más tarde, se mostraban en su mayoría "muy" o "bastante" felices con sus matrimonios. En contraste, los "narcisistas" (quienes se enfocaban en sus propios deseos e imagen) entran en relaciones con menos compromiso y menor probabilidad de un éxito en la relación a largo plazo.
El riesgo de divorcio también depende de quién se case con quién. Las personas generalmente permanecieron casadas si:
- Se casaron después de los 20 años de edad.
- Ambos crecieron en hogares estables, donde existían ambos padres.
- Salieron por un largo tiempo antes del matrimonio.
- Están educados bien y en forma similar.
- Disfrutan un ingreso estable de un buen empleo.
- Viven en una ciudad pequeña o en una granja.
- Si no cohabitaron o se embarazaron antes del matrimonio.
- Tienen un compromiso religioso.
- Son de edad, fe y educación similar.




Ninguno de estos predictores, por sí mismo, es esencial para un matrimonio estable. Pero si ninguna de estas cosas es verdadera para alguien, el rompimiento matrimonial es casi una apuesta segura. Si todos son verdaderos, es muy probable que permanezcan juntos hasta la muerte.
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