OPTIMISMO Y SALUD


Abundan las historias de gente que da un giro súbito hacia lo peor cuando algo los hace perder la esperanza o que de pronto mejoran cuando se renueva la esperanza. Cuando el cáncer atacó el hígado de Leire, de nueve años, sus doctores temían lo peor. Pero Leire continuaba optimista. Un especialista que había tomado un interés a larga distancia de su caso planeaba visitarlo mientras se encontraba en un viaje por el país. Había tanto que Leire le quería decir al doctor. Pero el día anterior, el avión de su doctor fue desviado a otra ciudad, de la cual el médico voló a su destino final. Al escuchar la noticia, Leire lloró silenciosamente. La mañana siguiente, había desarrollado neumonía y fiebre y Leire no respondía. Para esa tarde entró en coma. La siguiente tarde murió. Comprender los vínculos entre las actitudes y las enfermedades requiere más que historias dramáticas verdaderas. Si la desesperanza coincide con el cáncer, eso nos deja a considerar: ¿el cáncer fomenta la desesperanza o la desesperanza obstaculiza la resistencia al cáncer? Ahora intentaremos resolver este acertijo del huevo y la gallina.




Las evidencias revelan que la gente que experimenta situaciones altamente estresantes se vuelve más vulnerable a las enfermedades. Una tensión sostenida dirige la energía del sistema inmunológico, lo cual nos deja más vulnerables a infecciones y malignidad. La muerte de un cónyuge, la tensión de un aterrizaje de un vuelo espacial e incluso la tensión de una semana de exámenes ha sido asociada con defensas de inmunidad deprimidas.




Si un estrés incontrolable afecta la salud, deprime el funcionamiento inmunológico y genera una resignación pasiva y sin esperanza, entonces ¿las personas que muestran semejante pesimismo serán más vulnerables a las enfermedades? Varios estudios han confirmado que un estilo pesimista de explicar los malos sucesos hace que la enfermedad sea más probable. Por otra parte, los optimistas se molestan con menos frecuencia por diversas enfermedades y se recuperan mucho más rápido de una cirugía coronaria de marcapasos, por ejemplo. También lidian con la adversidad física en forma más activa, eficaz y con mayor felicidad. 
Por lo tanto, un consejo: ¡Disfruten de la vida y sean felices!
Y si no es así pida ayuda, nuestros psicólogos podrán ayudarte a ver la vida de otra manera y mejorar por completo toda tu vida. Llame al 675 713 537 y te atenderemos con mucho gusto.