Hoy os traemos el tratamiento psicológico que hay que
seguir para superar el insomnio. Para este cometido también necesitaremos más
de una entrada, por ello iremos poco a poco.
Primero comentar que existen diversas causas que
pueden producir insomnio, y cada una de cada una de las causas se deriva la
idoneidad de unos u otros abordajes terapéuticos:
- Insomnio y actividad somática: Los individuos
insomnes como personas con un elevado nivel de activación fisiológica y tensión
muscular, y sin recursos eficaces para eliminarlas, se han propuesto distintas
técnicas de reducción de la ansiedad para combatir el insomnio, como la
relajación progresiva, el entrenamiento autógeno, la meditación, el biofeedback
y la hipnosis.
- Insomnio y
activación emocional: Entiende el insomnio como la consecuencia de
tendencias a la internalización y la somatización de los conflictos no
resueltos. Estas respuestas de afrontamiento inadecuadas provocan un incremento
de la activación emocional con la consiguiente activación fisiológica. Desde
este punto de vista se proponen técnicas como el entrenamiento en control del
estrés y la reestructuración cognitiva.
- Insomnio y
ansiedad ante la actuación: Las dificultades para dormir provocan que el sujeto
intente controlar voluntariamente el proceso vigilia-sueño, y por tanto que
haga un esfuerzo suplementario para conseguir el sueño. Este esfuerzo
incrementará la activación autónoma y el sujeto conseguirá el efecto opuesto al
que buscaba, entrando en el círculo vicioso de la ansiedad ante la actuación.
Para estas personas, se propone la técnica de intención paradójica.
- Insomnio y control de estímulos: En estas personas,
la dificultad para dormirse puede ser el resultado de un control inadecuado del
estímulo, por ejemplo, la cama, que se ha asociado a la situación de insomnio o
a diversas actividades ligadas a la vigilia (comer, ver televisión, hablar por
teléfono, etc.). En este sentido, la estrategia a emplear es el control del
estímulo.
- Insomnio y activación cognitiva: Si un individuo es
incapaz de controlar sus cogniciones cuando está en la cama por la noche,
sufrirá los efectos negativos de las preocupaciones, el planteamiento de los
planes para el día siguiente, etc. Las intervenciones propuestas desde este
enfoque son la refocalización cognitiva, el empleo de la imaginación, la
relajación ocular y la meditación.
También existen otros muchos factores que pueden
afectar a la capacidad para el inicio y mantenimiento del sueño, como son el
consumo de ciertos psicofármacos, las deficiencias respiratorias (apnea central
e hipoventilación alveolar), infecciones, trastornos vasculares, estimulación
ambiental nociva (temperatura inadecuada, ruido, etc.), el temor al contenido
de los sueños etc.
Estas problemáticas tendrían un tratamiento diferente.
En la próxima entrada explicaremos todas las técnicas presentadas en este post.