El permitir que nuestros hijos puedan convivir con
mascotas desde una temprana edad, les puede resultar altamente beneficioso
desde el punto de vista físico y mental.
Entre los aspectos más relevantes podemos destacar los
siguientes:
-Les ayuda a desarrollar el sentido de la
responsabilidad, ya que tendrán bajo su cuidado la vida de otro ser vivo la
cual necesitará de diversos cuidados y tendrá necesidades especiales, no será
solo un juguete más para él. Esta diferencia es muy importante aclararla con
los niños, posteriormente con nuestra supervisión podemos asignarles las tareas
de la alimentación y limpieza de la mascota. Esto le va enseñando a ser una
persona responsable con sus semejantes y también a estar comprometido con todas
las actividades que realice día a día.
-Aprenden a desarrollar la intuición y a comprender la
comunicación no verbal.
-El disfrute diario de la compañía de una mascota les
favorece en mantener una presión arterial baja.
-La convivencia desde temprana edad con una mascota es
benéfica para la salud de nuestros hijos, esta les permite fortalecer su
sistema inmunológico, evitando así la aparición de algunas enfermedades
respiratorias como lo serian la rinitis y algunos tipos de asma.
-Influye de manera positiva en el desarrollo de la
personalidad de nuestros hijos.
-Les hace menos propensos a sufrir ansiedad.
-Son menores las posibilidades de que puedan
desarrollar cuadros depresivos.
-Son un excelente estímulo para la actividad física,
ya que estos les motivan a mantenerse muy activos jugando, corriendo y
sacándoles a pasear.
- Les ayuda a ser personas más sociables, cualidad que
les permitirá poder relacionarse con otros niños y lograr establecer lazos de
amistad en cualquier entorno, como los son las escuelas y los parques.
-En los casos de que tengamos un único hijo y entre
nuestros planes se encuentre darle un hermanito o hermanita, no habrá
inconvenientes de que el niño pueda llegar a sufrir de celos, ya que
previamente vivió la experiencia de recibir un nuevo miembro a su núcleo
familiar.
Conociendo todos estos beneficios, antes de unir una
mascota a nuestra familia, debemos tener presente la cantidad de espacio
disponible en nuestro hogar para ella y nuestra capacidad económica para
sustentarla, así podremos orientar a los niños sobre el tipo de mascota más
adecuada a buscar. La cantidad de opciones y tamaños son muy variados.
Es cierto que nuestros amigos los perros como los
gatos, se encuentran posicionados entre las primeras opciones al momento de
decidirnos por la clase de mascota que deseamos sumar a nuestro hogar, no obstante,
los peces de colores, aves, hámster y tortugas, también suelen ser alternativas
muy llamativas para los niños. De animarnos por un perro o gato, la mejor
alternativa es visitar un refugio de animales para poder adoptar uno, al darles
una segunda oportunidad a estas mascotas, les estamos enseñando a nuestros
hijos una gran lección de amor y respeto por la vida.