Es necesario sensibilizarnos sobre el tema que abarca
las diferentes causas que pueden originar las dificultades del aprendizaje en
los niños. Debemos tomarnos el tiempo necesario para detallar de manera
objetiva el comportamiento de los niños, aprendiendo a conocerlos para así
poder ir deduciendo las posibles razones de ¿qué es lo que les está sucediendo
en realidad?
El entorno que rodea a los niños está conformado por
la familia, la escuela y la sociedad. La constante interacción con estos
medios, influye de manera significativa en la formación de la personalidad, el
comportamiento y los valores de los niños. La influencia del hogar tiene un rol
fundamental en el desarrollo del aprendizaje, el cual puede influenciar de
manera positiva como negativa.
Influencia
positiva de la familia en el aprendizaje:
-Los niños necesitan primeramente el amor de sus
padres para poder subsistir en un ambiente familiar feliz.
-Tanto los padres como los hermanos (de tenerlos),
establecen vínculos motivadores en cuanto al desarrollo de sus capacidades
intelectuales.
-Les dedican tiempo para ayudarles y orientarles en
sus deberes escolares.
-Contratan a tutores personales para instruirlos de
manera más adecuada en los temas en lo que puedan tener carencias o
dificultades.
-Destacan y celebran tanto los logros como los méritos
escolares que van alcanzando.
-No critican de manera negativa las bajas notas que
puedan obtener, por el contrario, conversan amorosamente con ellos para conocer
cuál es la oportunidad de mejora que requieren, para así poder apoyarles.
-Los motivan a tener confianza y seguridad en ellos
mismos, reforzando así su autoestima.
Influencia
negativa de la familia en el aprendizaje:
-La falta de amor por parte de sus padres trae como
consecuencia que crezcan como personas aisladas y retraídas ante la sociedad.
-En los hogares donde hay constantes discusiones
fuertes entre los padres, hace que los niños desarrollen una personalidad
conflictiva.
-Cuando los padres maltratan psicológicamente a los
hijos por obtener bajas calificaciones.
-La falta de atención y apoyo para con sus deberes
escolares.
-La indiferencia que le dan a los logros académicos
que puedan obtener los niños.
-Cuando experimentan maltratos físicos en el hogar,
hace que crezcan como personas rencorosas e incluso violentas de igual forma.
-La presión que ejercen los padres sobre los hijos
pretendiendo que sean los mejores, puede desencadenar graves frustraciones en
ellos e incluso depresión en los casos de no lograrlo.
-La sobreprotección desmedida, cansa a los niños al
punto de hacerlos reaccionar con rebeldía.
Todos estos aspectos negativos pueden influir tan
intensamente a nuestros hijos, que puede llevarlos a tomar la decisión de no
querer seguir adquiriendo más cocimientos, cesando así sus estudios.
¿Cómo cambiamos
esto?
La mejor acción siempre es la prevención. Por mayor
que sea el inconveniente que se tenga en la relación de pareja, debemos
anteponer el bienestar psicológico y físico de nuestros hijos, ante cualquier
problema que podamos estar viviendo. Procurando así que puedan crecer en un
ambiente familiar íntegro y positivo, el cual no les afecte en su etapa de
aprendizaje.