La paciencia la podemos definir como la capacidad que
poseemos todas las personas para tolerar y soportar cualquier situación que, de
manera imprevista, nos pueda surgir en nuestra vida cotidiana. Conservando
siempre la calma y nuestra paz interior, cosa que sabemos no siempre es fácil
de mantener, sin embargo, tampoco es imposible.
La paciencia es una gran virtud ¡cuidado, no debemos
confundirla con debilidad!, ya que esto en ocasiones, suele sucedernos al
momento en que conocemos a una persona que permite y tolera el abuso por parte
de un tercero (familiar, amigo, compañero de trabajo o jefe). No es lo mismo
una actitud pacífica y tolerante, que una actitud con sumisión, temor o
pasividad. La persona con un carácter maduro, de manera consciente puede lograr
mantener una actitud paciente en el momento que crea necesario y más
conveniente.
¿Cómo podemos
lograr ser personas pacientes?
-Analizando con objetividad las situaciones que se nos
presentan. Debemos realizar un estudio detallado de lo que está sucediendo y
tomar en consideración todos los aspectos que se encuentran implicados en el
evento que nos esté aconteciendo. Si luego de este análisis consideramos que la
situación puede solventarse, debemos trabajar para que ello suceda; pero si por
el contrario no logramos observar una solución, de igual forma debemos trabajar
en la asimilación de este hecho para que él mismo no nos desequilibre
emocionalmente (perdiendo la razón reaccionando de manera alterada o incluso
violenta).
-Debemos colocarnos en el lugar de la otra persona,
todos los serse humanos somos distintos, cada persona tiene un carácter y
temperamento distinto, cualidades positivas y por supuesto no pueden faltar las
“no tan positivas”, ¡aceptémoslas tal y como son! Reconociendo sus virtudes y
defectos, sabremos que tanto podemos esperar de ellas.
-Aprendamos a manejar nuestras reacciones, tomándonos
unos segundos para pensar bien las cosas antes de actuar, una técnica muy popular
para estas situaciones es la de respirar de manera profunda y contar hasta 10 (la
cual es muy efectiva). Ya que, si actuamos de manera impulsiva sin medir
nuestras emociones, muy probablemente acabaremos arrepintiéndonos de lo que
hagamos, digamos o hagamos en ese momento.
-Aprendiendo a sobrellevar el estrés, lo cual podemos
lograrlo practicando deportes (futbol, atletismo, ciclismo), técnicas de
relajación (yoga, meditación), baile y danza (escuelas de baile, locales
nocturnos) o cualquier otra actividad que sea de nuestro agrado podrá ayudarnos
enormemente, ya que hace que drenemos de manera sana el estrés que acumulamos a
diario logrando así que nuestros niveles de tolerancia sean más grandes y
nuestra tensión sea menor.
-Debemos mantenernos positivos, esto es muy
importante, debemos disfrutar cada experiencia que nos brinda la vida, ya que
la misma no es ninguna carrera.
El poder lograr convertirnos en personas pacientes,
nos permitirá mantener una vida libre tanto del estrés, como de las tensiones
que nos puede llegar a generar el convivir en constante discusión y conflicto,
con las personas que conforman nuestro entorno social.