De manera común solemos tener catalogada la palabra
“No” como una expresión que nos dirige hacia algún rechazo negativo o que nos
conllevará a alguna clase de conflicto, por esta razón es que suele sernos muy
difícil decirla (indiferentemente de la situación y personas con quien nos
encontremos en un momento determinado).
Debemos tener clara la importancia de saber decir que
“No”, esto nos permite tener el control de nuestra vida, ya que nos permite
poder realizar cualquier actividad que deseemos sin la intromisión de un
tercero que pueda cambiar nuestros planes. Sin embargo, no se quiere decir con
esto que siempre debamos ser egoístas rechazando la solicitud de apoyo que nos
pueda estar requiriendo una persona. Siempre y cuando lo que se nos solicite no
afecte de manera negativa nuestro tiempo, compromisos y responsabilidades,
podemos acceder a realizar el favor que se nos solicite.
El ser siempre condescendientes ante los demás puede
traernos diversas consecuencias a nivel emocional, entre las cuales destacan
las siguientes:
-Nos volvemos seres insatisfechos, ya que terminamos
sintiendo que nunca podemos hacer lo que deseamos.
-Se desarrolla una baja autoestima, motivado por la
sensación de inferioridad que invade.
-Sentimientos de culpa continua, al no
poder lograr expresar nuestros deseos.
-Llegamos a convertirnos en personas tristes e
irritables.
-Al no sentirnos comprendidos, acabamos siendo
dominados por sentimientos de soledad.
-Conflictos con nuestros semejantes, ya que al no
saber expresar lo que realmente sentimos y queremos, estos se confunden y
terminan frustrados al no saber de qué manera pueden ayudarnos.
-El aceptar siempre las solicitudes de los demás,
origina una costumbre insana de abuso de ellos para con nosotros, ya que saben
que nunca nos negaremos ante sus pedidos.
Podemos evitar tener que vivir estas desagradables
consecuencias si aprendemos a decir que “No”, para ello tenemos las siguientes
recomendaciones:
-Tengamos claro que la primera persona a la cual
debemos complacer con nuestra conducta es a nosotros mismos, perdiendo el miedo
a lo que cualquier tercero pueda llegar a pensar.
-Aceptemos que los nervios e incomodidad que nos
surgirán al principio; es algo normal en el inicio del proceso de aprendizaje
para saber decir “No”, siempre respetando y reconociendo nuestros deseos.
-Podemos solicitar el apoyo de un familiar, amigo e
incluso utilizar un espejo, para poder poner en práctica una manera adecuada en
la cual podamos decir “No” usando un lenguaje verbal y corporal con el cual nos
sintamos cómodos y que sea de igual manera bien recibido por quien nos pida
cualquier solicitud.
-Es bueno que realicemos una clasificación de las
cosas a las cuales se nos dificulta más decir “No” en una escala de mayor a
menor, posterior a ello, iniciar la práctica que pautamos en el punto anterior
con la que posea un menor grado de dificultad.
Si con esto no es suficiente, siempre puedes acudir a unos especialistas como Mi Psicólogo Getxo para que te ayuden a ser una persona más asertiva y sepas defender tus derechos sin pisar al de alado.
Somos seres sociables por naturaleza y nos satisface
ayudar a nuestros semejantes, solo debemos tener presente en cada momento que
las necesidades de los demás no son más importantes que las nuestras, todos
tenemos los mismos derechos y debemos equilibrar ese criterio para mantener una
buena armonía en nuestras vidas.Si con esto no es suficiente, siempre puedes acudir a unos especialistas como Mi Psicólogo Getxo para que te ayuden a ser una persona más asertiva y sepas defender tus derechos sin pisar al de alado.