El temor a lo desconocido, a enfrentar situaciones que
aún no han llegado, imaginarse lo que puede suceder, lo que harán los demás, ese
temor al futuro incierto, o sentir que el tiempo es poco, que se es incapaz de
cumplir con parámetros que requieren de trabajar contra reloj, pretender de
alguna manera detener el avance de las agujas del tiempo, es algo común a casi
todas las personas frente a situaciones que generan estrés.
Sin embargo ¿qué ocurre cuando no es solamente el
tiempo el que se nos escapa, sino que además se lleva el control de nuestras
propias funciones?
Casos
-Jairo es un joven estudiante que deberá presentar su
exposición de tesis universitaria en tres meses, a pesar de tener todo
prácticamente al día, y de ser un destacado estudiante que cuenta con el
aprecio de compañeros y profesores, Jairo tiene un profundo miedo que lo hace
sudar y temblar cada vez que del calendario se desprende una hoja, y lo acerca
a la fecha de la exposición.
-Magdalena es otra paciente que presenta síntomas
similares, en su caso el tiempo es un factor determinante, está a punto de
partir de su país para radicarse en otra región, por lo que deberá dejar atrás
a sus amigos y familia; y aunque fue algo que se propuso desde joven, el saber
que apenas faltan días para su partida le ha hecho sentirse débil, su estómago
no se comporta como antes, suda, tiembla y hasta llora sin cesar, su tensión se
ha elevado al punto de perder el conocimiento varias veces.
A este tipo de condición psicológica, donde la persona
pierde la sensación del tiempo, cree no poder controlarlo, y por ende le genera
alteraciones corporales como las ya mencionadas se le conoce como cronofobia.
La cronofobia o miedo al tiempo, es una fobia muy
difícil de explicar y de comprender por parte de quienes no la padecen.
Otros casos hablan de personas que sienten que el
tiempo no les es suficiente para cumplir con sus actividades diarias, lo cual
genera una profunda angustia por la incapacidad de sentirse lo suficientemente
útiles.
¡Reloj detén tu
camino!
"Reloj no marques las horas, porque voy a
enloquecer, ella se irá para siempre… reloj detén tu camino, porque mi vida se
acaba…" así inicia un conocido bolero y explica a groso modo lo que siente
quien sufre de cronofobia.
Es común que la cronofobia desaparezca apenas se
supera el evento que la generó, en el caso de Jairo su presentación de
exposición y en el de Magdalena el llegar a su destino; pero si una vez
ocurrido el hecho, la persona continúa con la ansiedad es necesario tomar
control o detener su avance, los psicólogos ayudan a reconocer la raíz del
conflicto emocional para así contrarrestar sus efectos.
El tiempo, no es más que una creación humana, y aun
cuando nos es imposible detenerlo, siempre podremos reajustarnos en nuestras
tareas para obtener los mejores resultados.