Mucho se ha escrito sobre el tiempo, al parecer es
materia obligada de filósofos, santos y eruditos. Incluso los más destacados
empresarios han estudiado la forma de ser más productivos en el menor tiempo
posible.
¿Pero qué es el tiempo? Es realmente lo que nos marca
el reloj con sus lánguidas agujitas y su tic tac, que al avanzar pareciera en
ocasiones recordarnos que nosotros avanzamos también hacia nuestro
destino. O más bien es una grandiosa invención, una forma de recordarnos
que el destino lo hacemos nosotros, con acciones que conforman nuestra
existencia, y que nuestro tiempo puede y será tan breve o tan largo como nosotros decidamos
que sea.
Tiempo, una
aproximación
Tiempo: duración o acumulación de acontecimientos.
Lo queramos o no, el tiempo, más allá de ser una
creación humana para cuantificar nuestra estadía en el mundo, puede ser (según
el cristal con que lo veamos) nuestro amigo o enemigo.
El tiempo no es lo que marca el reloj, no son minutos,
segundos, horas, lustros, centurias ni milenios, el tiempo es lo que cada quien
quiera y pretenda hacer de él, el tiempo sin duda va más allá, y cada día nos
deja una lección, a veces la vemos y a veces la dejamos pasar.
Cada quien…es su
tiempo
Cada persona tiene su propio ritmo. Si deseas vivir
una vida plena, aprende a organizar tus tareas y disfrutar de lo
intangible en tu propio tiempo.
No hace más el que más abarca, y ante sus ojos deja
pasar los hechos de verdad valiosos de la vida como la familia, la sonrisa
de un hijo, el pastel recién horneado con amor por la esposa, o el tierno beso
y la caricia de la pareja.
La vida se compone de pequeñas circunstancias que
alimentan el alma, y que nos hacen “humanos”, si tu único anhelo es acumular
fortuna y fama, estás a ‘tiempo’ de analizar lo que perderás en tu camino al
‘éxito’ que anhelas.
Pero si quieres acumular salud, amigos, y familia,
recuerda que cada quien es ‘su tiempo’; es decir recuerda que lo que para
ti es relevante, puede que para otro no lo sea; aprende a respetar la
actitud pasiva del amigo que según tú está desperdiciando su vida y su tiempo
por no haberse casado antes de los treinta, o el argumento irónico del que
alega que ya se le pasó su tiempo.
Cada quien tiene y hace las cosas en su tiempo, ni
antes ni después, y por lo general asociamos ‘tiempo’ con obtención y disfrute
de objetos y circunstancias. Así que lo que ante tus ojos es importante y
necesario puede que para tus afectos más cercanos no lo sea.
El tiempo en la
historia
Se hace común escuchar frases como las siguientes: el
tiempo vale oro, no dejes para
mañana lo que puedes hacer hoy. Pero incluso en
el libro más antiguo de la humanidad, la Biblia, destaca en Eclesiastés 3:1 lo
siguiente:
“Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo
del cielo tiene su hora, tiempo de nacer, tiempo de morir; tiempo de plantar y
tiempo de arrancar lo plantado…”.
El tiempo, aquel que no sentimos pasar hasta que
observamos la hora y nos encontramos ante el abrazo de las doce campanadas
cada fin de año, marca nuestra vida.
Siempre recuerda que cada día traerá su afán y si vas
a morir, es mejor vivir de la mejor manera y arriesgarse por aquello que
se sueña sin estar dormido. No te lamentes por lo que no fue, porque “los
hubiera” ¡no existen!, aléjate de los ¿qué hubiera pasado si…? Y más bien
aprende a decir ¿qué pasará si…? Arriésgate que ¡estás en tu tiempo!