Realmente es la más destructiva, debemos tener cuidado
si esto nos está sucediendo o si conocemos a alguien que esté teniendo este
sentimiento ya que pueden estar necesitando ayuda urgente.
En este sentimiento podemos inconscientemente quedar
atrapados. Esto nos sucede cuando hemos sido deshonestos con nosotros mismos,
herido de alguna manera nuestra dignidad, cuando hemos engañado a alguien o
cometido algún error.
Este sentimiento es terrible, torturante y muy común
entre los seres humanos. Todas las personas vivimos situaciones agradables que
nos hacen sentir bien y otras no tanto, que nos hacen pasarlo mal. Estos tipos
de situaciones desencadenan sensaciones de todo tipo. El sentimiento de culpa
se sitúa en las “no agradables”, nadie se salva de experimentar esta sensación.
Lo importante es saber cómo afrontarla porque puede llegar a ser
despiadadamente destructiva.
Muchas veces este sentimiento es tan fuerte que puede
transmitir sus señales de distintas manaras.
Señales de una
persona que padece sentimiento de culpa:
- De manera
física: Es la
activación psicofisiológica y provoca dolores constantes de cabeza, estómago,
presión en el pecho y dolores de espalda.
- De manera
emocional: Suele
parecerse a la tristeza, ocasiona en las personas irritabilidad y nerviosismo.
- De manera
mental: Genera
pensamientos destructivos, baja auto-estima, auto-reproches y auto-acusaciones.
¿Cómo superar el
sentimiento de culpa?
- Evita optar el
rol de culpable con un victimismo latente: También llamado como falsas
víctimas. Esto sucede de forma consciente o inconsciente. Suele ser un método
para disimular un ataque existente tratando de culpar a los demás para
liberarte de culpas.
- Si heriste o
actuaste mal con una persona, ponte en contacto con ella: Discúlpate,
realmente nunca es tarde para hacerlo.
- Repara el
daño: Si hay
algo que puedas hacer para rectificar el daño ¡Hazlo! Verás que te sentirás
mejor.
- Dialoga
internamente: Esto te ayudará de gran manera. Hazte las
preguntas necesarias y busca soluciones, si no las hay entonces no hay nada de
hacer, acepta la realidad y trabaja de buena manera de ahora en adelante.
- No alimentes
esos recuerdos desagradables: Aquellos en donde de alguna manera le causaron daño a
los demás.
- Adopta una buena
actitud: Enfócate en el
presente y mira hacia delante, siempre aprendiendo de lo vivido para no cometer
los mismos errores.
- Evita los
pensamientos polarizados: Ningún extremo es bueno, en muchas ocasiones puedes
optar por cosas intermedias dependiendo de las posibilidades y circunstancias
de las mismas.
Todos tenemos tropiezos, somos seres humanos no
perfectos ¡Se permite fallar! Lo importante es reflexionar ante lo sucedido.
Que esto no te sumerja en tristeza, sino que te genere aprendizaje. Cuando
estamos en este estado las personas se sienten mal, dolidas y esto hace que
reflexionen y tomen decisiones. Estas decisiones permiten elegir otras
alternativas la próxima vez que actúen.
Después de pasar por el periodo de reflexión, sigue
avanzando ¡Puedes lograrlo! Veras que el sentimiento de culpa tiene un final.
La actitud con la que enfrentes todo es la clave.
Recuerda siempre que una buena actitud es el camino del éxito.
Si conoces a alguien que esté sumergido en este
sentimiento, ayúdalo a buscar ayuda profesional. Evitemos sucesos lamentables.