Estamos biológicamente diseñados para concebir, sin
embargo, para algunas parejas el deseo y las posibilidades de formar un hogar
con hijos se hace en ocasiones imposible o en el mejor de los casos se retarda
más de lo debido. No consiguen su objetivo a pesar de quererlo profundamente y
de no existir causas orgánicas en su aparato reproductivo que impida un
embarazo.
¿Qué ocurre en estos casos? Es cuando se habla de
infertilidad emocional, y es que el estrés y la ansiedad tienden a sabotear lo
que la persona más desea.
Hormonas, estrés
y embarazo
Cuando estamos estresados nuestro cerebro envía una
serie de señales a todo nuestro cuerpo para mantenernos en constante alerta.
El Cortisol, por ejemplo, es una hormona que se
relaciona con el estrés, y que incide directamente sobre la
fertilidad. Excesos de cortisol en el organismo hace que el hipotálamo se
inhiba, produciendo la detención o el retraso en los ciclos menstruales.
Los hombres no escapan al estrés, en el caso
masculino, excesos de estrés ocasionan que los espermatozoides pierdan
movilidad evitando así fertilizar el óvulo.
Consecuencias de
la infertilidad psicológica
-Baja autoestima: cuando se intenta tener hijos y no
se consigue, poco a poco se destruye la confianza y la esperanza.
-Sentimiento de culpa: ocurre cuando se desea
satisfacer el deseo de la pareja y no se consigue.
-Depresión.
-Problemas de comunicación en la pareja.
-Problemas sexuales: la depresión conlleva un bajo
apetito sexual, esto merma aún más las posibilidades de concebir.
-La depresión a veces conduce a rechazo de la
comida.
-Pesadillas.
-Insomnio: Ausencia del sueño y sueño interrumpido.
-Infidelidad: La falta de comunicación y la presión
social que genera el tema pueden desembocar en buscar apoyo
equivocado.
-Renuncia a la idea de la concepción.
¿Qué hacer al
respecto?
- Evitar ahogarse en un vaso de agua, si deseas concebir
y estás atravesando cuadros de estrés es mejor empezar a practicar
algún deporte, yoga o actividad que te mantenga distraída a la pareja.
- Salir de viaje y romper con la rutina es una excelente
opción, además debes tener claro que pensar constantemente en lo que te afecta
no hará la diferencia.
- Mantén la comunicación con tu pareja, hablar sobre lo
que te afecta, tus miedos y sentimientos ayuda a drenar el estrés.
- En el caso de las mujeres, se recomienda
conocer sus días de ovulación, también es importante dormir ocho horas
diarias, el sueño relaja el cuerpo y ayuda a disminuir la adrenalina.
- Si la pareja no logra concebir, también existe la
opción de la adopción, de hecho, hay testimonios de parejas que al adoptar
bajan su estrés ante el problema y en ese instante conciben.
- No te dejes llevar, ni te atormentes por la idea de
que tus amistades tienen familia y tú no, o por los parámetros sociales de
que se debe concebir lo más pronto posible, recuerda que todo llega en su
momento.
- Si los problemas persisten busca ayuda psicológica, la
orientación en el momento adecuado marca la diferencia. Puedes encontrar esta
ayuda en Mi
Psicólogo Getxo.