En 2013 un caso particular dio bastante material a los
medios de comunicación para demostrar que las relaciones sentimentales son más
complejas de lo que parecen.
Una mujer llamada Edith le dio el sí a Víctor, un
presidiario que cumplía condena por homicidio. En particular la pareja es que
la víctima de Víctor había sido la hermana gemela de Edith, por lo que el
hombre cumpliría una sentencia de 13 años de prisión. El hecho ocurrió en
Argentina y no es el único que se registra en la historia, ya que son
múltiples los casos en los que mujeres se enamoran de asesinos, violadores,
delincuentes, estafadores y mentirosos, ampliamente señalados públicamente y
condenados con prisión y pena de muerte. Es decir, las amantes de estos hombres
son conscientes de los crímenes que ellos efectuaron y ahí radica la atracción
por ellos. De hecho, llegan a admirarlos, escribirles cartas, sentirse
identificadas con ellos, sentir lastima y amor.
Otro caso muy sonado es el de Ted Bundy, un violador y
asesino en serie detenido después de cometer más de cien crímenes, tras su
arresto empezaría a recibir cientos de cartas de fanáticas. A esta
curiosa atracción fatal, se le conoce clínicamente como Hibristofilia.
Criminales que para la mayoría de la sociedad son monstruos, para
determinado número de mujeres resultan sexualmente atraídos, y percibidos como
indefensos y dignos de protección y amor.
El término se dio a conocer en los años 50, por el
sexólogo y psicólogo John Money, quien indicó que esta patología sexual afecta
comúnmente a mujeres. Según el doctor Mark Griffiths, se sabe que el
imaginario colectivo y las novelas de ficción influyen en estas escenas de amor
desmedido hacia criminales confesos.
Otros estudios han demostrado que mujeres que han
vivido con criminales confesaron que la idea de redimirlos y poyarlos es
sexualmente excitante, creen incluso que pueden convertirlos en buenos hombres
nuevamente.
Aunque casi la totalidad de
las mujeres que han sido analizadas con estas conductas alegan sentir rechazo
hacia el o los crímenes de sus parejas, ni deseos de participar en algún acto
delictivo, un pequeño grupo indicó que si sienten placer por la fama mediática
que representa ser las mujeres de criminales sonados.
¿Cómo ocurre el
enamoramiento en una hibristofilia?
- Se enamoran al seguir las noticias sobre los
actos criminales en los medios de comunicación.
- Se ponen en contacto con ellos a través de
cartas, llamadas y visitas carcelarias.
- Se involucran en su defensa, apoyándolos
económicamente y emocionalmente.
- Anhelan contacto físico ya que suelen sentir
placer sexual al conocer más información sobre los hechos criminales.
- Mujeres que fueron abusadas sexualmente en la
infancia y adolescencia son más vulnerables.
- Algunas aceptan que dichos hombres son
culpables, otras sin embargo lo niegan por completo a pesar de las evidencias.
Se cree que la hibristofilia se da más
en mujeres que en hombres porque son pocos los casos de mujeres asesinas
difundidos por los medios de comunicación y porque biológicamente las mujeres
suelen relacionar la fuerza y la violencia con el poder, la virilidad y la
protección (de ahí la atracción sexual).