CUANDO LOS HIJOS NO LLEGAN

En la juventud cuando nos preguntaban acerca de nuestros sueños y metas, las mujeres en líneas generales contestaban: Estudiar, casarse y ser padres.
Muchos lograban, en ese orden de ideas cumplir sus ambiciones. Otros dejaban los estudios a un lado por la llegada anticipada a la paternidad/maternidad; mientras que algunos solo se ocupaban de establecer un hogar y formar una familia.

Ser padres, para muchas personas, es el mayor objetivo en sus vidas. La constitución de una familia, pasado un tiempo después del matrimonio, presiona a sus miembros preguntando ¿Cuándo tendremos un bebé?





En algunos casos al pasar los años, mientras los amigos ya son padres, es común que les pregunten a sus amigos solteros o casados “¿Cuándo vas a tener tu bebé?”. La mejor respuesta ha de ser: ¡cuando me sienta preparado!
Cuando se es muy joven no se anhela con vehemencia tener hijos, y tampoco se cruza por la mente la imposibilidad del embarazo. Algunas personas pasan por la difícil experiencia de afrontar el no poder tener hijos y antes de aceptarlo, se someten a fuertes exámenes médicos y presiones psicológicas internas y externas.
Las causas más comunes que impiden el embarazo en las mujeres son:
- Problemas de ovulación
- Mala calidad de los óvulos
- Endometriosis
- Obstrucción de las trompas de Falopio
- Ovarios poliquísticos

En el caso del hombre, las razones más frecuentes de la infertilidad son:

- Trastorno hipotalámico
- Trastorno en las gónadas y en el transporte de espermatozoides.
Por lo general, es la mujer la que se somete primero a los exámenes. Y cuando se descarta toda posibilidad de trastorno por su parte, el hombre procede a realizarse las pruebas.

El 30% de probabilidad de no concebir por factores físicos es igual para ambos géneros, otro 20% es por causas combinadas de la pareja.




        
¿Qué se siente ante la imposibilidad física de tener un hijo?, ¿qué emociones afloran?, ¿cuáles pueden ser las consecuencias a nivel de pareja?
Las mujeres son las que más sufren ante la imposibilidad de procrear, en muchas se desencadenan cuadros de ansiedad y depresión. La edad es otro factor externo de presión en la pareja. Al percatarse que el tiempo pasa y no pueden tener hijos aumenta el estrés en la relación.
Los tratamientos para la fertilidad suelen ser largos y costosos para muchas personas. En este período de tiempo se presentan episodios de tensión y ansiedad durante su ejecución.
Se recomienda al mismo tiempo buscar asesoría psicológica, ya que la pareja puede experimentar emociones que afectan negativamente la relación como: La culpa, impotencia, falta de control y en general se desarrolla una gran carga emocional.
Al detectarse el problema, algunos, pueden corregirse con medicación o cirugía. En otros casos deben apoyarse en Métodos de Reproducción Asistida (Inseminación Artificial o Fecundación In Vitro). Otra alternativa es la adopción o recurrir a la donación de óvulos o esperma.
Es recomendable que la pareja exprese sus sentimientos y busquen soluciones en conjunto en caso de que ningún tratamiento funcione. A veces la vida no es como no las plantemos al comienzo. El no poder concretar algunos sueños no es el fin del mundo, siempre se puede cumplir con los sueños más preciados si no se pierde la esperanza.
Si necesitas cualquier ayuda a este nivel siempre puedes contar con los psicólogos de Mi Psicólogo Getxo poniéndote en contacto en el 675 71 35 37.