Los pensamientos negativos son producto de emociones
frustrantes. Y cuanta más fuerzas les damos, más difícil se hace contenerlos y
eliminarlos. Ellos afectan todo a su paso, desde las relaciones de pareja
hasta la vida cotidiana. Cada vez que piensas negativamente es como que te
colocaras unas enormes lentes con los cristales empañados, sin lugar a dudas
“toda tu visión se distorsiona”
Lo peor de pensar en negativo es el agotamiento que le
deja a la persona, junto con la baja motivación que se da por el temor que
genera afrontar nuevos retos que pueden llegar a convertirse en “posibles”
derrotas.
Detener estos pensamientos puede resultar una tarea
compleja para quien ha caído en ciclos largos de apatía ante la vida, pero
siempre hay estrategias favorables para contrarrestar sus efectos.
¿Por qué se
generan más fácilmente los pensamientos negativos?
Aun cuando los pensamientos negativos aminoran la
confianza y consumen tus posibilidades de avanzar alejando aquellas metas
personales para las que te has preparado desde hace tiempo, lo cierto es que
para la gran mayoría de las personas es más fácil pensar en que no pueden
continuar, que valen menos que otros, en lugar de romper con los parámetros conformistas
que van acabando con la autoestima.
Se hace más sencillo pensar en negativo, porque es el
escape que la mente propone para impedirte hacer un esfuerzo extra.
Pensar en negativo, puede compararse en cierto grado
con actitudes conformistas que envenenan tu imagen y de esta manera tu cerebro
te presenta un abanico de excusas “con sentido lógico” (aunque realmente sean
ilógicos los pensamientos), que van a condicionar tus acciones y te torturarán
hasta que optes por dar un paso más en la consecución de tus objetivos y
anhelos.
Si son tan
nocivos, ¿por qué pensamos en negativo?
El problema con los pensamientos negativos, es que se
perciben como realidades irrefutables. Imagina que cada pensamiento
negativo es una gota de tinta que colocas en un recipiente de agua cristalina
¡el agua se contaminará!
Entonces, ¿cómo
nos liberamos de ellos?
No podemos liberarnos por completo de los pensamientos
negativos, pero si podemos controlarlos. Basta con hacerse más consciente
de ellos para ir desarticulando cada patrón irracional de los mismos.
Algunos de nuestros pensamientos provienen de pequeñas
derrotas personales del pasado, o de temores infundados por otros. Solo
siendo reflexivo podrás tomar las medidas necesarias para omitirlos.
Una estrategia favorable, es tener a la vista una
lista de aquellas cosas que hemos considerado imposibles de alcanzar y que nos
han generado placer y reconocimiento público, de esta manera recordarás que, si
en el pasado conseguiste aquello que te habías propuesto, nuevamente puedes
lograrlo.
Recuerda, tanto si crees que puedes lograrlo como si
no, estas en lo cierto, todo está en tu mente. Ningún pensamiento negativo
dura para siempre, a menos que tú los refuerces constantemente.
Aprender de los errores y evidenciar aquellas cosas
que te has privado de alcanzar, personas que te negaste a conocer, viajes que
pospusiste y hasta estudios que abandonaste por miedo a fracasar, pueden darte
las fuerzas que requieres para sacar todo tu potencial y valor ante nuevos
retos futuros.