Tener una actitud positiva cada día no es una tarea
fácil. Las circunstancias a tu alrededor pueden modificar en segundos tu buena
disposición para afrontar una tarea o tratar a determinada persona. Pero
sin duda existen ciertos hábitos y comportamientos que puedes evadir y que
sabotean tus esfuerzos constantes para alcanzar la plenitud en tu vida.
Si te interesa mantener una actitud positiva más allá
de las circunstancias, continúa leyendo y entérate de los hábitos que debes
evitar en tu vida de ahora en adelante.
1.- No te tomes
las cosas tan a pecho
A veces permitimos que nuestros sentimientos sean
lastimados por palabras o acciones de terceros. Recuerda que aquello que
otros dicen o hacen, no necesariamente tiene relación contigo, ni mucho menos
te determina.
Si alguien te lastima constantemente evita su
presencia, y si no puedes, porque por ejemplo se trata de tus padres o tu
pareja, confronta la situación y explícales cómo te afecta tal situación.
2.- Ser
demasiado crítico
Algunas personas no necesitan contar con la opinión de
terceros para acabar con su autoestima, basta con escuchar su propia voz
interior que los juzga constantemente para sentirse verdaderamente
mal. Juzgar a otros, y peor aún juzgarse a sí mismo, es una conducta
tóxica.
Ser críticos consiste en conseguir siempre lo negativo
en cada situación, es decir, buscar obstáculos para sentirse seguros y plenos
de aquello que hacemos.
3.- Aferrarse a
los hechos dolorosos del pasado
Por muy difícil que sea aceptarlo, las situaciones del
pasado no cambiarán, aunque las revivamos cada día en nuestra mente. Los
“hubiera” no existen, deja ir el dolor y cada sentimiento de pérdida, y verás
cómo puedes avanzar con más tranquilidad hacia el futuro.
4.- Sentir celos
Cuando estás más pendiente de lo que les genera
felicidad a otros, pasas por alto tus propios logros y motivos para sentirte
afortunado en la vida.
Los celos son emociones improductivas. Es mejor
dedicar esos pensamientos a generar nuevos motivos para surgir, trabajar más y
ser mejor persona.
5.- Sentirse
víctima
Te quejas constantemente por todo lo malo que te
sucede, y sin darte cuentas afectas negativamente tu vida y la de las
personas a tu alrededor.
Sentirse víctima, en lugar de generar la lastima o la
atención que tanto anhelas, acaba por alejar a las personas, generado estragos
en tu vida amorosa, laboral y familiar.
La forma en la que elegimos vernos a nosotros mismos,
incidirá en la forma en que nos vean los demás. Deja de verte como víctima
y los demás te verán como un triunfador.
6.- Carecer de
empatía
Si no sientes afecto, pasión, respeto y comprensión
por los demás, serás visto como una persona cruel. Lamentablemente la
crueldad y la indiferencia son las peores enfermedades que experimenta la
sociedad actual.
No es para nada productivo carecer de empatía, este es
un hábito tóxico muy perjudicial. Intentar colocarse en el lugar del otro
te ayudará a sentirte mejor, e identificar motivos para ser agradecido por lo
que tienes, por quién eres y por lo que sabes llegarás a alcanzar como ser
humano si te lo propones.
7.- Desarrolla
el autocontrol
Si cada decisión y acción que tomas se basa en
impulsos puedes afectarte y afectar a otros.
El autocontrol es la herramienta que permite conseguir
el mejor resultado en cada situación, y que te ayudará a genera grandes cambios
personales e influir positivamente en otros.
8.- No intentes
impresionar a los demás
Cuando fundamentas tus acciones en tratar de
impresionar a los demás, dejas en el camino tu felicidad. Ser auténtico y
fiel a los propios principios te libera de la angustiosa tarea de aguantar las
críticas ajenas, total, hagas lo que hagas ¡jamás podrás complacer a todos! Así
que empieza por agradarte a ti, la única persona a la que realmente le debes
dar cuentas diarias de tu vida.
Ser tóxico, más que dañar a otros, mancilla tu propia
vida. Aprender de los propios errores y elegir cambiar aquello que no te hace
bien en tu evolución personal es señal de madurez.
Mantén tu conciencia clara y tus pensamientos en
positivos y tu vida entera vibrará en la plenitud. Si no consigues erradicar
por ti mismo esos pensamientos que te mantienen en minusvalía, no dudes en
buscar ayuda profesional. ¡En Mi Psicólogo Getxo podemos ayudarte!