A la mayoría de las personas, no nos gusta para nada que nos critiquen, o que nos señalen los errores del pasado. Generalmente, sentimos la necesidad de recibir halagos tras nuestras acciones, y vemos con hostilidad las observaciones que no van de la mano con nuestros pensamientos. Pero, evitar las sugerencias que otros nos hacen, puede retrasar nuestro propio crecimiento, y las posibilidades de triunfar en la vida.
¿Te interesa conocer más al respecto?, ¡no te pierdas este artículo!
Negarse
a aceptar las observaciones de terceros, puede considerarse un gesto de
arrogancia. Si
bien es cierto que no se puede confiar ciegamente en todo lo que nos dicen, por
otro lado, tampoco podrás desechar los juicios que los demás emitan sobre ti.
Los
que han surgido profesionalmente, no dudaron en “escuchar” las opiniones que
generaban en aquellos que le rodeaban, para así poder mejorar en sus trabajos,
y en los modos de enfrentar determinadas situaciones. Descubrieron
que podían enmendar errores, evitando pérdidas de tiempo y dinero, antes de que
fuese demasiado tarde.
- En miras al liderazgo efectivo
Cuando
se evita recibir comentarios que no nos favorecen, como una forma de mantener
la autoimagen de quien “no se equivoca”, estamos condenados a retrasar nuestro
éxito tanto profesional, como personal.
Ningún
empresario afamado ha llegado a la posición de líder eficaz sin antes haber
recibido miles de asesorías, e incluso insultos, que echaban por tierra todos
los conceptos que consideraba válidos.
La
diferencia entre el “empresario”, y tu actitud ante las críticas, es que él ha
comprendido que para corregir sus errores debe aprender a escuchar,
discriminar entre lo que le es útil y lo que no, y tomar decisiones acertadas.
De lo contrario correrá el riesgo de fracasar.
- Toma cada crítica con diplomacia
Cuando
una persona es exitosa, reconoce cada habladuría como “positiva”, a pesar de que
el modo en que se lo hayan dicho no sea necesariamente el más agradable. Demuestra
que confía en sí mismo, y entiende que su autoestima no debe verse afectada si
alguien le evalúa, o lo confronta con una realidad diferente a la que
consideraba correcta.
Por
ende, acepta cada situación con diplomacia, serenidad y agradecimiento. Porque
pasar un “mal momento” en el presente y enmendarlo, le conducirá a un triunfo
futuro.
- Jamás podrás complacer a todos
¡Debes
acostumbrarte a la idea! Siempre habrá alguien interesado en señalarte tus
errores, pero no todos estarán dispuestos a halagarte por tus méritos. Existe
un adagio popular que lo expresa de esta manera: “Nadie quiere ver ojos bonitos
en rostro ajeno”. Así
que adelántate a posibles acotaciones incómodas, porque, aunque no las pidas,
ellas igualmente llegarán a tus oídos.
Un
amigo, y empresario joven lo tiene presente como una norma para no perder su
norte en cuanto a su crecimiento profesional. Él
suele repetir una frase del libro Don Quijote de la Mancha: "Deja que los
perros ladren Sancho amigo, es señal que vamos pasando".
¡Ahora
te queda claro de lo que hablo! Sin lugar a dudas, ¡está bien fallar! Así
podrás superarte y ser ejemplo para otros.
Recuerda cada crítica que realmente merecen tu atención, y desecha las que provienen de
los que desean únicamente perjudicarte.
Después de haber leído esta información, espero hayas aprendido a enfrentar con serenidad las situaciones
en las que recibes palabras que llegan a lastimarte, aprende a verlas como un
regalo, no como ofensas.
Y
no olvides hacernos conocer tus opiniones, siempre es grato poder ayudarte.