¿QUÉ ES LA PROCRASTINACIÓN?

Aunque tal vez sea la manera elegante de expresarlo, lo cierto es que más del 20% de las personas adultas sufren de lo que en lenguaje coloquial se conoce como: “Flojera”.

Si eres de los que inician un proyecto con muchos ánimos de continuarlo hasta el final, pero en el camino empiezas a perder la motivación, o peor aún, evitas iniciar ciertas actividades por el esfuerzo mental y físico que ameritan las mismas, ¡entonces eres un procrastinador!

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- ¿Qué es procrastinar?
Consiste en no distinguir entre prioridades, de tal modo que tiendes a posponer aquello que se debe ejecutar con urgencia, por “falta de voluntad”, o lo que es igual: decides hacer solo aquello que te gusta, y descartas lo que te es menos placentero.
Obtendrás como resultado que tu vida caiga en un ciclo de acciones inconclusas, como, por ejemplo: estudios sin finalizar, relaciones sentimentales que no conducen a compromisos, trabajos mal realizados que acaban en despidos continuos, entre otros.
Estudios psicológicos han demostrado que la capacidad humana para “postergar”, se basa en un mecanismo de “evitación”, que ocurre justo cuando el sujeto siente que está a punto de agotarse por completo. Es por ello, que abandonar las tareas que te restan “fuerzas”, parece ser la salida más sencilla para no enfrentar la realidad inmediata en la que vives.
En síntesis, la procrastinación es difícil, más no imposible de superar, porque representa una debilidad con la que el hombre nace, y con la que batalla constantemente. Reconocer cuáles son tus pensamientos frente a las situaciones que usualmente abandonas, te permitirá establecer las soluciones que más se adapten a ti.
Puede que tu problema sea que no concluyes por temor a que tu labor no sea perfecta. O tal vez, se trate de tu incapacidad para lidiar con la negatividad y el estrés de otros. Incluso, que seas en extremo soñador, y por ello pierdes el foco sobre los inconvenientes inmediatos que se te irán presentando, y ello te motive a renunciar.


Existen otras cualidades que pueden influir como auto-sabotearse cada vez que se desea emprender con algo nuevo, por el miedo natural a fallar. Y también están los auto-suficientes, que consideran poder solos con cada situación y desconfían de las capacidades de terceros, sin embargo, en el camino a su meta se agotan a tal velocidad, que dejan todo a la mitad.
Priorizar es un proceso que amerita tiempo, así que, si sufres de procrastinación es mejor que te enfoques en pequeñas acciones a cumplir en períodos cortos, hasta que consigas modificar la conducta de abandono de tus obligaciones.
Así mismo, considerar las labores más complicadas como el motor para conseguir la satisfacción y obtención de las “actividades de recompensa” (o aquellas que más sencillas y satisfactorias para el individuo) puede ser un mecanismo bastante adecuado para adiestrar al cerebro a enfocarse en lo que debe hacer y no solo en lo que le gusta hacer.
Únicamente tú puedes descubrir qué cosas te motivan, y cuáles desencadenan este problema de atención. Por lo tanto, en tus manos se encuentran las soluciones para sacar del camino a la flojera que te conduce a evitar concluir una acción, y así conseguir sacarle el máximo de provecho a tu vida de ahora en adelante.
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