Llega el 31 de diciembre, estás
esperando las 12 campanadas que anuncian el fin del año y el inicio de uno
nuevo, y de repente comienzas a planear y a retomar metas que hacía tiempo
habías desechado. Te sientes capaz de alcanzar esas metas y otras nuevas. Te
sientes renovado, lleno de energía y con las ganas de ponerte en acción y más aún este año que ha sido tan duro por el coronovirus.
¿Te suena de algo? ¿Te sientes
identificado? Quizás en el fin de año, al mirar hacia atrás te has dado cuenta
que han quedado metas sin cumplir. En vez de deprimirte y sentirte triste,
sientes que dentro de ti crece una nueva motivación. No, no estás loco, ni eres
bipolar. Y aunque no lo creas, esto es mucho más común de lo que te imaginas.
Algunos especialistas incluso le han
dado nombre: “Síndrome de la Buena Esperanza”. Este, consiste precisamente en
que, conforme se va acercando ese último día del año, nos vamos llenando de
ganas y deseos de cambiar o mejorar algún aspecto de nuestras vidas. En este
sentido, comenzamos a crearnos expectativas acerca de lo que esos cambios puedan
generar en nuestro futuro cercano.
Sin embargo, está plenamente demostrado
que un elevado porcentaje de las metas que nos proponemos para el año nuevo
quedan en eso, sólo metas, las cuales no se ven concretadas, llenándonos de
frustración e incluso llevando a algunos a la depresión.
De acuerdo a los especialistas, una de
las razones por las cuales falla el cumplimiento de esas metas es que algunas
no están del todo ajustadas a la realidad. Es importante ser conscientes de
nuestras debilidades y fortalezas, para así tenerlas en cuenta y poder
plantearnos metas realistas.
Así mismo, otra de las cosas que juega
en nuestra contra a la hora de cumplir nuevas metas es nuestro propio cerebro.
Si, aunque te parezca extraño y hasta imposible, es así. Está plenamente
comprobado que somos individuos de costumbres. En este sentido, para nuestro
cerebro es más fácil mantener la rutina a la que estamos acostumbrados que
adaptarse a una nueva. Es aquí donde la constancia y la perseverancia entran en
juego, ya que son dos elementos fundamentales en el logro de objetivos y metas
planteadas.
Pese a todo lo que te hemos dicho, no
debes desanimarte, ya que sí es posible generar cambios positivos en nuestras
vidas y en nuestra conducta. Es por esto que para incrementar tus posibilidades
de alcanzar el éxito en las metas que te planteas para el nuevo año, nos
permitimos darte algunos consejos:
Piensa
y analiza
Lo primero que debes hacer es tomar un
tiempo para realizar una introspección y una reflexión acerca de cuáles son los
aspectos o cosas que realmente deseas cambiar de tu vida. Debes estar realmente
seguro de qué quieres cambiar y cómo quieres hacerlo.
Plantéate
objetivos reales
Un consejo muy importante que podemos
darte es que te asegures de que las metas y objetivos que te plantees cumplan
con las siguientes características: debe ser específico, medible, alcanzable,
realista y oportuno. Esto lo que quiere decir es que simplemente debes plantearte
objetivos reales, cuyos avances puedas realmente cuantificar a través de
diversos mecanismos y que además estés seguro de que, con esfuerzo y dedicación
los puedes alcanzar.
Busca
un entorno de apoyo
Es importante que te rodees de personas
que constituyan un sistema de apoyo, que te ayuden en los momentos en los que
desfallezcas y decaigas (¡porque esos momentos van a existir!). Lo importante
es que estés rodeado de personas que te ayuden a mantenerte centrado en tu meta
y en lo que quieres lograr.
Un
reto a la vez
¿Cómo aprenden a caminar los niños? ¿Un
paso cada vez, cierto? Pues así debemos hacer todo en nuestra vida para
alcanzar el éxito. En el caso que nos ocupa, debes enfocar tu atención en un
objetivo por vez. De esta manera, estarás totalmente concentrado en alcanzar
esos objetivos y tus posibilidades de éxito se multiplicarán.
Disfruta
de cada avance
En el plan que te has trazado para
alcanzar tus nuevos propósitos de año nuevo, celebra y disfruta cada pequeña
victoria que obtengas. Una vez que alcances algún objetivo, permítete
disfrutarlo y sentirte bien al respecto. Esto es importante, ya que así estás
enviando un mensaje a tu psique de satisfacción y autoafirmación, lo cual es
tremendamente positivo para ti y tu autoestima.
Si sigues estos sencillos consejos,
podrás alcanzar de manera exitosa las metas que te planteas al iniciar un nuevo
año. Recuerda: cada año nuevo es un libro de páginas en blanco. Depende de ti,
de tu empeño y constancia que la historia escrita allí sea exitosa.
Y si, el año nuevo puede traer un cambio
positivo y trascendental en tu vida, lo importante es que realmente lo desees y
trabajes por ello.