La dinámica familiar involucra una serie
de etapas que inevitablemente debemos transitar y superar de manera exitosa si
deseamos tener una vida familiar y afectiva saludable.
Cuando se tienen hijos, algunas de esas
etapas pueden resultar no placenteras e incluso dolorosas. Como padres debemos
entender que, en la vida de nuestros hijos llega un momento en el que deben
dejarnos de lado. Necesitan expandir sus alas y continuar con sus vidas, con
nuevas responsabilidades y persiguiendo sus metas y sueños.
Cuando llega ese momento, los padres
experimentan sentimientos encontrados. En ciertas personas, la partida de los
hijos les llena de entusiasmo, esperanza y alegría, porque saben que la independización
de los hijos es parte de la vida misma y es necesaria para que estos crezcan y
se conviertan en adultos maduros y futuros padres de familia responsables.
Por otra parte, en otros padres, pueden
predominar la tristeza y la desesperanza al ver que sus hijos, que bien pueden
ser la razón de su existencia, se van y dejan el hogar vacío. Estos
sentimientos pueden desencadenar procesos de depresión y angustia.
Es aquí cuando aparece lo que los
especialistas han coincidido en llamar “Síndrome
del nido vacío”. Este no es más que un conjunto generalizado de sensaciones
que engloban en sí mismas sentimientos de soledad y abandono. Los afectados no
son solamente los padres, sino que también puede sentirse afectado cualquier
persona que ejerza el cargo de tutor o responsable. Los lazos sanguíneos no son
requisito para esto.
El síndrome del nido vacío es algo muy
común que experimentan todos los padres cuando sus hijos deciden independizarse
e iniciar sus vidas valiéndose por sí mismos. Anteriormente, los jóvenes salían
de casa a edades tempranas, apenas iniciando la adultez. Esto ha ido cambiando
en los últimos años, debido, en gran medida, a los cambios que ha habido a
nivel económico y social, los cuales hacen muy cuesta arriba que un joven pueda
emanciparse, económicamente hablando, con mayor facilidad.
Si tienes hijos, indudablemente debes
prepararte a nivel psicológico para esto. Porque si, ese niño que hoy ves
jugando o ese adolescente al que acompañas cada día a la escuela, en unos años
deberá dejar el hogar e iniciar su propia vida.
Y cuando esto ocurra, ¿Qué será de ti? Seguramente
te estás haciendo esta pregunta. Lamentablemente, muchos padres, en el momento en
que se convirtieron en eso, comenzaron a descuidar otras facetas de su vida. Es
por esto que cuando los hijos se van, pueden sentir que sus vidas han perdido
el sentido.
Sin embargo, podemos decirte que cuando
los hijos se independizan, se abre una amplia gama de posibilidades. Es posible
que en un principio te sientas triste y experimentes una sensación de vacío.
Eso es completamente normal. Lo que no debes hacer, bajo ningún concepto, es
anclarte en esos sentimientos.
A continuación te damos algunos consejos
para sobrellevar y superar el Síndrome del Nido Vacío:
-Acepta que en la vida hay varias etapas que todos los seres humanos debemos
experimentar. La independencia de los hijos es sólo una de estas. Alégrate
pensando en las próximas que vendrán, como por ejemplo cuando te conviertan en
abuelo.
-Prepara a tus hijos para cuando llegue
este momento. Fomenta
en ellos la independencia, incluso en las tareas más pequeñas. Edúcalos para
tener criterio propio y enséñales a tomar decisiones acertadas.
-Estimula y cuida tu relación de pareja. De esta manera, cuando tus hijos se
vayan, tu pareja y tú podréis reinventar la relación e incluso podrán realizar
cualquier proyecto que hayan decidido posponer en aras de la paternidad.
-Dedícate tiempo a ti mismo. Sí, muchas veces los padres nos
descuidamos porque estamos el 100% del tiempo pendiente de las necesidades de
nuestros hijos. Sin embargo, es hora de que atiendas tus propias necesidades
también. Arréglate, practica alguna actividad que te apasione, crea nuevos
proyectos.
-Ten amigos. Ser padre no es excusa para olvidarte de tus
amistades. Esto es importante, ya que los verdaderos amigos pueden convertirse
en auténticos pilares que puedan ayudarte a sobrellevar este período de
cambios.
Si sigues estos pequeños consejos, te
aseguramos que podrás afrontar el Síndrome del Nido Vacío, e incluso salir
fortalecido de esta transición. Recuerda: los hijos son solo un préstamo de la
vida, los padres sólo debemos prepararlos lo mejor posible para ser autónomos,
independientes y, en resumidas cuentas, hombres y mujeres de bien. Si después
de seguir estos consejos sigues sintiéndote triste o enfadado, ¡no lo dudes y
ponte en contacto con especialistas que podremos ayudarte! Puedes ponerte en
contacto con nosotros en el 675 713 537.