Hoy saliste con tus
amigos y socializaste con una nueva persona, y entre la euforia del momento y
esa atracción irresistible que comienzas a sentir, te preguntas: ¿Estaría bien
tener sexo?
Algunas cosas
parecen inevitables, pero tú eres un ser consiente, pleno y cuidadoso. Ante
esta duda es importante reflexionar.
El sexo es un acto divinamente natural… Pero debes ser reflexivo
Al momento del acto
sexual estás dejando al desnudo, tus sentimientos e intimidad, por ende es
necesario que dimensiones tu responsabilidad en lo que vas a hacer.
Solo tú puedes tomar
la decisión de tener relaciones sexuales, pero si apenas conoces a alguien, tal
vez es más prudente darle un tiempo para conocerle mejor, y no generar una
experiencia negativa.
Vales, te amas y
únicamente deseas vivencias gratas, así que si esta química inicial es
positiva, apuesta por lo satisfactorio para ambos.
Lo primordial es tu salud y bienestar
Muchas veces
sentimos presión en una primera cita, y te preguntas ¿debo hacer el amor de
inmediato?
Evaluar cómo lo vas
a hacer es muy importante, ante cualquier elección ¡tu salud y bienestar lo es
todo! Así que reflexiona bien si los métodos que emplearán para cuidarse son
efectivos.
Ni libertinaje ni excesiva moralidad
Recuerda, en la vida
“el equilibro es clave” y si sabemos sopesar las cosas, vamos a disfrutar mucho
el camino.
Por lo tanto “ni
mucho libertinaje, ni mucha moralidad”. El sexo es una vivencia natural y
enriquecedora, pero siempre y cuando no perdamos de vista que de nuestra parte,
buscamos plenitud y bienestar, todo aquello que no suma a esa vivencia,
¡descártalo!
Si eres sensato y
amas tu ser, debes actuar en consonancia con ello.
Coerción, o el valor de discernir
Imaginemos que estás
allí, con esa persona nueva que te está generando todo ese universo de
sensaciones, ¿pero te ha puesto contra la pared?, ¿te está obligando a tener
sexo?, ¿la relación es incipiente, y no sabes qué hacer?
Nadie que
verdaderamente desee compartir contigo una vivencia plena te puede obligar o
presionar socialmente.
Además se tata de tu
ser (cuerpo y alma) y posees libre albedrío, ¡no estás en la necesidad de
complacer a nadie!
¡Sexo fenomenal!
Otro elemento a
considerar, es qué deseas concretar con esa persona. Porque conocerle y de
inmediato tener sexo puede confundir tus verdaderas intenciones.
Si percibes
sentimientos, es mejor conocerse y esperar a que se fortifique la confianza, y
si más adelante coinciden en el deseo de la intimidad, la experiencia tomará
otra dimensión.
Pero si tan solo
buscas sexo casual, recuerda hacerlo desde la base del respeto, bienestar, y
amor a ti mismo.
En conclusión
Debemos estar claros
en que el sexo es parte de nuestra evolución, pero dependiendo de por qué y
cómo lo hacemos, nos garantizará la satisfacción que buscamos.
Ante las dudas,
recuerda que el placer es fabuloso, siempre y cuando actúes en función de tu
bienestar; pero el placer cuando se involucran “sentimientos”, es mucho más
significativo. ¡Tú decides!











